El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un virus que ataca el sistema inmunológico del cuerpo humano, específicamente las células CD4, debilitando gradualmente la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades. Este virus es el causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), que es la etapa avanzada de la infección por VIH.

Origen

El VIH es un retrovirus que se cree que se originó en primates no humanos en África Central y Occidental. Se transmitió a los humanos a través de la caza y el consumo de carne de estos animales infectados, probablemente en el siglo XX. El virus se propagó rápidamente debido a diversas prácticas sexuales y el intercambio de agujas contaminadas en el contexto de drogadicción.

Síntomas

Los síntomas iniciales de la infección por VIH pueden ser similares a los de una gripe común, incluyendo fiebre, dolor de cabeza, fatiga y erupción cutánea. Sin embargo, muchas personas no experimentan síntomas en absoluto durante años. A medida que la infección avanza, pueden aparecer síntomas más graves, como pérdida de peso inexplicable, diarrea crónica, fiebres recurrentes, sudores nocturnos y llagas en la boca.

Fisiopatología

El VIH infecta principalmente las células CD4, que son un tipo de glóbulo blanco esenciales para el funcionamiento del sistema inmunológico. Una vez dentro de las células CD4, el virus se replica y destruye gradualmente estas células. Como resultado, el sistema inmunológico se debilita progresivamente, dejando al cuerpo vulnerable a infecciones oportunistas y enfermedades graves.

Diagnóstico

El diagnóstico del VIH se realiza mediante pruebas de detección de anticuerpos o de ácidos nucleicos. Las pruebas de anticuerpos buscan la presencia de anticuerpos producidos por el cuerpo en respuesta a la infección por VIH, mientras que las pruebas de ácidos nucleicos detectan la presencia del propio virus en la sangre. Las pruebas pueden realizarse en laboratorios clínicos o mediante kits de autoevaluación en el hogar.

Complicaciones

Sin tratamiento, la infección por VIH puede progresar al SIDA, una etapa avanzada caracterizada por una inmunodeficiencia grave y el desarrollo de infecciones oportunistas y cánceres relacionados con el VIH. Estas complicaciones pueden incluir neumonía, tuberculosis, sarcoma de Kaposi y toxoplasmosis cerebral, entre otras.

Tratamiento

El tratamiento del VIH implica la terapia antirretroviral (TAR), que consiste en una combinación de medicamentos que suprimen la replicación viral y reducen la carga viral en el cuerpo. Esto ayuda a preservar las células CD4 y a mantener el sistema inmunológico lo más saludable posible. La TAR ha demostrado ser altamente efectiva en prolongar la vida de las personas con VIH y reducir la transmisión del virus a otras personas.

Prevención

La prevención del VIH implica una combinación de enfoques, incluyendo prácticas sexuales seguras, como el uso de condones, la reducción del número de parejas sexuales y la limitación del intercambio de agujas en el contexto de la drogadicción. Además, la profilaxis preexposición (PrEP) y la profilaxis postexposición (PEP) son estrategias importantes para reducir el riesgo de adquirir el VIH en personas con alto riesgo de exposición al virus.

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Jhonathan Lucumi Cardenas

Jhonathan Lucumi Cardenas

Creador de contenido en salud | Tecnólogo en Atención Prehospitalaria - Facultad de salud - Universidad del Valle | Más de 4 años de experiencia en manejo de emergencias y urgencias médicas en el campo prehospitalario en Colombia. « La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica » Aristóteles.