En el ámbito médico, la diferencia entre una urgencia y una emergencia radica en la gravedad de la situación y la necesidad de atención inmediata.
Una urgencia médica se refiere a una condición que requiere atención rápida, pero que no pone en riesgo inmediato la vida del paciente. Esto puede incluir casos como una fiebre alta, una fractura menor, una infección leve o un dolor abdominal moderado. Aunque estas situaciones necesitan ser tratadas sin demora para prevenir complicaciones, no representan una amenaza inmediata para la vida.
Por otro lado, una emergencia médica implica una situación crítica que pone en peligro la vida del paciente y requiere una intervención médica inmediata. Ejemplos de emergencias médicas incluyen un paro cardíaco, un accidente cerebrovascular, un traumatismo grave, una hemorragia profusa o una reacción alérgica grave. En estos casos, cada minuto cuenta y es esencial proporcionar atención médica de emergencia para estabilizar al paciente y evitar un desenlace fatal.